lunes, 4 de marzo de 2013

Tu eliges

Porque tengo que verla llorando?
Se ha vuelto una costumbre indeseable
Que refugiada entre las s'abanas
Se repite lo mismo hasta quedarse dormida.
Tiene un pequeño lugar que llama suyo,
Huele a incienso y a corazón roto
A sangre, vino y chocolate
Será que la muerte se parece a esto
A una soledad forzada.
Unos cuantos diablillos que te queman,
Azotando tus ideas más fúnebres
Será que la vida no la mantiene despierta
Y prefiere dormirse y por los sueños darse cuenta
Que su soledad es la elección que ella misma tomo
La única manera de rendirle culto a su propia grandeza
Su talento, su belleza su perfección tan imperfecta
Que a través del espejo observa
Después de los vinos, la almohada empieza a hablarle
Despierta le dice, despierta
Eres tu quien elige.

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